Navegantes
Todo aquí es ficción. O quizá no.
Mi consuelo es saber que este atardecer no esta desperdiciado. Tener la certeza de que alguien esta admirando esta puesta de sol en un horizonte infinito. Por que alguien en CDMX esta tomando una hermosa postal de un sol que a los pocos segundos desaparece y en otro punto, unos cuantos kilómetros mas allá, vuelve a repetirse ese ocaso en una geografía diferente, y otra persona volverá a tomar otra postal y el patrón se repite una y otra vez hasta darle la vuelta al mundo. Mientras yo guardo otro Excel que a nadie le importa mas que a mi y otros cuantos más, en una gris y fría oficina, mientras alguien bosteza mandando un correo, mientras alguien grita y manotea para imponer su absurda e infantil autoridad y mientras una mujer busca darle sentido a su monótona rutina de tecleos con un poco de música y un tímido tarareo, nos volteamos a ver y esbozamos una media sonrisa porque somos cómplices de una verdad, de un secreto, un consuelo: ella en su música y yo en mi atardecer infinito.
...
Alguien dijo por ahí que la verdad se encuentra en el amor, el
silencio y la música. Y yo no puedo ni quiero discutirle ni corregirle nada. Lo
acepto con humildad, pero a la vez con el ego de mi flojera de no querer
problematizar en matices que solo estorban. Solo lo acepto.
A lo largo de la historia de la humanidad han existido 3 revoluciones que marcaron nuestra evolución como especie: La revolución cognitiva (hace unos 70 mil años, cuando aparecieron los primeros Homos capaces de comunicarse a través de un protolenguaje, capaces de crear historias y de curar un fémur), la revolución agrícola (hace unos 12 mil años, nuestros primeros asentamientos y nuestros pininos de organización en sociedades comunitarias sedentarias) y la revolución científica (hace apenas 500 años, el significante de nuestro sistema actual, el salto exponencial de herramientas sencillas a complejas, como la inteligencia artificial).
Muchos sociólogos, futuristas, científicos,
eruditos hablan de la revolución digital, revolución cuántica e incluso una
revolución espacial, pero poco se habla de la revolución femenina que comenzó
hace apenas unas décadas. Acostumbrados a la simplificación de las cosas y de
la situaciones, asumimos que el genero femenino siempre ha estado acá,
acompañándonos codo a codo en las tareas cotidianas de desarrollar una sociedad
moderna… no olvidemos que hace siete décadas las mujeres no tenían
derecho al voto, hace un siglo no tenían derecho visible a la educación
(actualmente, la estadística nos dice que las mujeres son limitadas de este
derecho en varios asentamientos rurales e incluso urbanos), algunos “eruditos”
del siglo pasado seguían defendiendo la idea de que neuro-biológicamente el
genero masculino estaba por arriba del femenino. Hoy en día todos esos mitos se
derrumban uno a uno, a veces aceleradamente y otras veces pareciera que
seguirán ahí, indestructibles, como el machismo soft disfrazado de caballerosidad, como ese feminismo que solo hace copy-paste de los peores vicios machistas.
La cuarta gran revolución de nuestra especie es
la revolución femenina. Equiparar derechos, distribuir obligaciones y
contribuir en la construcción de nuestra sociedad, es algo contra-natura, de
ahí su importancia: Podemos encontrar especies que son matriarcales, especies
donde la hembra degolla al macho después de que este cumple su función
biológica e incluso una especie que se auto fecunda. Pero no se ha observado
una especie que, a través de la lucha, de la protesta, del trabajo y de la
concientización, haya cambiado la forma en la que se establecieron las posiciones
jerárquicas naturalmente.
Feminismo moderno.
Hablar de feminismo es un tabú para el género
masculino y esa es la idea. Un hombre no puede opinar sobre el cuerpo de una
mujer, sobre las experiencias conscientes de una mujer (laborales, familiares,
sociales, etc.) e incluso sobre la sexualidad de una mujer. El problema del
feminismo actual es la mancha del hombre queriendo ensuciar con ideologías
propias de su género un movimiento al cual no pertenece y que no le pertenece.
¿Qué nos dice el espíritu? Es obvio que la espiritualidad pertenece a otro plano, si, dependiente siempre del cuerpo para poder crear un puente de lógica verbal; pero se debe quedar en el lugar que pertenece. Hablar de un sagrado femenino y un sagrado masculino, no hace mas que complicar las cosas, increíblemente no solo contra-dice esta lucha, si no que la rechaza, causa escozor entre los gurúes del espíritu que les hables de su machismo interiorizado, por que la verdad es que ese cáncer ataco hasta lo sagrado, y cuestionar a los dioses, pues esta mal (algo parecido a ser militante de un partido politico y cuestionar al dirigente). "Estas aquí para aceptarte y aceptar las cosas, pasar tus pruebas, aprender y amar"... yo agregaría que estamos aquí para trabajar, y no trabajar en nuestros sueños pedorros y egoístas, si no trabajar para mejorar en colectivo, siempre, siempre.
La consciencia sin acción, no sirve.
*Texto meramente escrito como nota mental, sin querer fingir ser "aliade", sin interferir o apropiarme en lo mas mínimo de esa honorable lucha que no es mía, pero que apoyo desde mi insignificante e ignorante esquina.
La mirada de los soñadores, algo tiene, algo hace
o algo dice, que me eriza, que me da miedo, que me inquieta y me reta, que me
apasiona e inspira, la mirada de los que tienen un secreto que nunca han de
contar, tienen un as bajo la manga y tienen un plan, un objetivo o una misión.
Algo tiene la mirada de los músicos increíbles en medio de la calle Gante del
Centro histórico y que lo he visto en la mirada de Drexler en el escenario [justo
cuando te pone la piel de gallina y no sabes si fue efecto sonoro o visual].
Algo tiene la mirada de esos que están construyendo un imperio carnicero solo
para lograr comprar al imperio carnicero actual y destruir de una vez y para
siempre ambos [y es cuando me da miedo, por que ahora donde conseguiré Tomahawk
para la carne asada de la empresa]. Algo tiene la mirada del Presidente, que es
una mirada de un soñador añejado, de un soñador extraviado en sus sueños y
alejado de sus realidades [la mirada de regaño que no te mereces, que primero
inquieta y después te reta a que le contestes, porque quizá ese sea el
verdadero objetivo de mirar así]. Algo tiene la mirada del Che a través de la
taza que me trajeron de Cuba, a través de la camiseta de Paco Taibo y a través de
las pancartas en todas las protestas de todos los países [mirada que destroza
toda verdad y te cuenta su secreto, su plan y su todo a través de sus pupilas
bien representadas: ¡hasta la victoria, siempre!]. Algo tiene la mirada de la
seño que me arrenda el departamento, que no se nada de ella, pero me inspira
confianza, me inspira a ser mejor persona y me inspira justo ahora.
Algo tiene
la mirada de los que no pueden mirar, pero sabes que te miran y los volteas a
ver y te sientes Nietzche mirando el abismo para ver si te regresa la mirada, ¿y
que crees? que si te la regresa, la mirada de los árboles, de las plantas y de
la hierba, de las cetáceas y de las algas, de los musgos y de las ceibas, de la
cannabis y del eucalipto, del roble y del cañaveral, que una vez me pareció tan
profunda la mirada de un pirul, que justo sentía que podía hablar a través de
esa mirada, y me decía “seguro ya ni te acuerdas de mi pinche morro, ¡en plaza
santa fe! me estaban cortando cuando pasaste a lado y me arrancaste un pedazo
de hojas para embarrártelas en la yema de los dedos para que tu mamá no se
diera cuenta de que habías fumado… desde entonces se te veía lo vivillo. Aquí
ando ¿tu crees?, si, que pena el otro día con ustedes, de repente crecí en
medio del estacionamiento de su plaza, se me caía la cara de vergüenza con
ustedes, sabia que en cualquier momento me iban a cortar y bien merecido lo
tenia por haber nacido donde no me llaman, pero ya ves que uno no decide esas
cosas. Ahora ando acá mira, creo que no molesto a nadie aunque el otro día escuche
que chapearian el terreno para la construcción de las oficinas de una empresa
petrolera y si es así, uno con gusto agarra sus tiliches, sus raíces y sus
retoños y nos vamos a otro lado, todo sea por apoyar a la economía, como no, también
me quiero sentir útil, he escuchado que mis primos lejanos hacen lo mismo en la
costa de Paraíso y unos parientes más lejanos allá por tierras Mayas ¿Qué fue
de los Mayas, tu?, ya rara vez los veo”.
Es seguro que últimamente has escuchado estas frases: “no crean que las cosas mejorarán en cuanto empiece el 2021” o tal vez “al universo infinito le vale madre que la tierra le de otra vuelta al sol”. Sí, tienen razón, el tiempo es algo palpable y moldeable para las leyes del universo, difícil de comprender, a su vez, el calendario que manejamos es solo un constructo social que llevamos contándonos y creyéndonos desde hace miles de años. Podemos ser tan pesimistas como el mismo infinito, de igual forma, somos tan optimistas (en México), que hasta celebramos la muerte en noviembre.
Tienen razón los pesimistas, el virus seguirá ahí el próximo año, aún cobrándose más vidas, aún haciendo que nos ocultemos en nuestras cuevas, con miedo; y sí, la avalancha de crisis económica es tan inminente que se puede palpar.
También es cierto que la gente mierda es gente de mierda que seguirá existiendo, Pero por ahí empecemos, por dejar de pensar que son gente naturalmente mala y detestable. Empecemos por aceptar al prójimo, con todo y esos defectos, porque no son gente de mierda, solo son gente confundida y perdida en este episodio de nuestra larga historia evolutiva. Son gente como tú y como yo, confundidos y transitando este mundo convulso, el destino de un caballo desbocado sin jinete. Gente formulándose respuestas y contestándose con preguntas, en lugar de hacerlo al revés (excepto los nihilistas-anarquistas-despiertos con desprecio por la vida, esos si son gente mala con con capacidad de cambiar las cosas, equilibrar la balanza, pero qué prefieren vivir con sus billones, jugando a qué son dueños del mundo cuando no son más que un puñado de individuos aislados y enfermos que, consecuentemente, morirán tristes). Entonces ya dimos nuestro primer paso, aceptarnos los unos a los otros y amar a nuestro enemigo, como dijo un vagabundo hace poco más de 2000 años.
Claro que el virus seguirá, pero nosotros también seguiremos como sociedad (como humanidad), a peores pandemias y peores guerras hemos sobrevivido y miren hasta donde hemos llegado: es casi seguro que estas leyendo a través de una pantalla pequeña, del tamaño de tu mano, la cual obedece a (casi) todo lo que le pidas, es tu cartera, tu menú de comida, tu reproductor de música, tu biblioteca, tu transporte, tu principal medio de comunicación y un largo etcétera. Ahora imagina lo que surgirá de esta pequeña crisis. Ya diste otro paso.
Ahora caigamos en el positivismo lógico, es más, pequemos de optimistas (nos lo merecemos después de tanto pesimismo este año): imaginemos que todo el mundo se auto-programa neuro-lingüísticamente con aquello de “el 2021 viene a rescatarnos” y “ya se fue el 2020, ya se fue la mala suerte, la mala racha, la mala todo” esa conciencia colectiva, esos deseos buenos en masa ¡claro que harán mejorar las cosas! si lo ves así, hasta te parece lógico; voltea a tu alrededor, no hay quien desee realmente que empeoren las cosas, todos estamos poniendo de nuestra parte y si te encuentras a alguien que desee que todo se vaya al carajo, compréndelo, quiérelo y ayúdalo, por qué en serio necesita tu ayuda. Nos necesitamos.
Y ya, es todo. Son tiempos difíciles, pero si lo piensas bien, siempre han sido así. ¿No te emociona el futuro?
Imagina la llegada del año 3000 d.C. Que hermosa celebración, nuestros descendientes voltearán a vernos, a los convulsos y distantes años 20’s, con nuestras guerras biológicas, nuestro culto y amor al dinero, nuestras vanidosas plataformas (arcaicas herramientas para ganar atención a través de la apariencia). Los venideros sabrán qué transitamos nuestra biología, que hicimos nuestra parte correspondiente, que inventamos el dataísmo en medio de crisis, que cuestionamos el sistema, que comenzamos los viajes Inter-planetarios y que les dimos apertura a los siguientes homo. Solo imagina.
Me decidí a reabrir mi viejo blog. Así, de la nada, mientras comía pasta y un remolino de pensamientos se empujaban por querer salir sin orden y sin objetivo, algo en el fondo murmuro: “acuérdate que tenemos un blog donde escribes basura”, se hizo el silencio seguido de asombro. Como cuando te encuentras 50 pesitos en tu pantalón de hace dos semanas. Obviamente siempre hay replica (bendita replica): “¿y qué pasa con Facebook? Ahí también te expresas cuando traes ganar de decir algo”, la banalidad de las nuevas redes sociales hace que se distorsione tu opinión, pone algo tan importante como algún análisis de Foucault a la par del meme del perrito, banaliza tus emociones, minimiza la verdad, la eterna danza del scroll entre tu pantalla y tu dedo manda al inframundo de las cosas sin importancia hasta la verdad más pura. Definitivamente Facebook e Instagram son el ecosistema menos sano para transmitir algo de la manera en que te gusta hacerlo, escribiendo. “¡Ahí esta Twitter! Ese cuadrilátero lleno de personas especialistas, los mejores intelectos están retuiteando incansablemente lo que consideran como verdad, ¡es tu sitio!” pero que triste, que triste se ha vuelto la comentocracia, rehenes de los 140-280 caracteres, dopándose con hilos interminables, que desgastante ejercicio de vanidad. Nel. Dejando de lado lo evidente, empecé en blogspot y ahí (aquí) mismo seguiré haciendo lo que me gusta, con mas responsabilidad y respeto hacia la letra, menos egoísta, pero sin ser hippie (no prometo nada). Y en esas estaba, cuando me di cuenta de que hay mucho trabajo por hacer previo a reabrirlo, como seleccionar que se queda y que se va.
…………………..
Si pudiera regresar al pasado y decirle algo a mi joven versión. Que ejercicio mental tan sabio, imaginar esa posibilidad: Después del amoroso abrazo me encorvaría, me miraría a los ojos, respiraría profundo y me diría la frase más barata que se le haya ocurrido a un Homo Sapiens:
Lucha por tus sueños.
Y aquel morro me miraría con cara de asco, entre decepción y gracia. Un perfecto pubertito misántropo, uraño, con aires de bohemio e intelectual (pero mal-enterado a medias de su acontecer) que fuma solo por pose y no por que le guste, se carcajearía.
Lucha por tus sueños. Que nadie te diga que el futuro esta vendido y no dejes que te afecten las burlas, defiende tus ideas a capa y espada, y si estas equivocado ten dignidad y agradece a quien te lo haya hecho saber (aunque lo haya hecho buscando dañarte), no dejes que nadie te diga que tener un diario es de niñas (y si así fuera ¿qué?), no reprimas ningún sentimiento, si tienes ganas de llorar, hazlo. Escúchate a ti mismo, lee mucho, lee lo que te gusta y poco a poco descubrirás que camino seguir, elige bien a tus guías, estudia lo que te apasione y no lo que te salga mas redituable. No dejes de escribir, nunca.
Cambiemos la dinámica, pensare que puedo aconsejar algo a mi joven versión, pero sin cambiar nada de lo que ya he vivido, algo así como ‘no hacer cambios en el pasado que alteren mi presente’. Me diría:
Disfruta tu vida, todos los momentos felices, disfrútalos. También vendrán días muy tristes y oscuros, donde estarás muy solito y donde estarás perdido en la vida, no te preocupes, acepta el camino y siempre ten fe y esperanza, siempre ten en cuenta que es necesario atravesar por ese sendero espinoso, solo así podrás evolucionar.
………………
Empecé a leer todo lo escrito en este blog, para seleccionar lo que tiene peso y valor de lo que no. Honestamente, lo hice pensando que casi todo se iría al basurero digital… que hermosa sorpresa me lleve al reencontrarme con mi joven versión tan cerca de la verdad (ego y modestia aparte). Escribía desde mi subconsciente, verdades tan puras. Ya hablaba de una filosofía medianamente acertada, pero sin ninguna base. Que raro es el destino. Ahora, un poquitito mas despierto, me doy cuenta de que era un adolescente que escribía con una venda en los ojos, que escribía desde mi prisión cognitiva, dormido. Dice Carl Gustav Jung: “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tu le llamaras destino”. Que locura.
Entonces, regresemos a ser quien éramos. A nuestro ámbito de competencia, como dicen los trajeados. Las recomendaciones que hacen los que viven de esto, es que siga una sola temática, que no divague ni abarque todos los temas del mundo, porque se perderá la sobriedad. Que se vayan al carajo las monetizaciones, hago lo que me gusta. Queda el antecedente de lo escrito en mis años de adolescencia y entrada a la juventud, tal vez con muchos errores, provenientes de la malinterpretación de mi realidad, comprensibles.
Empecemos. Empecemos de nuevo.
¿Cómo razonar tu voto? Lo primero que pensaría cualquier persona con un mínimo de interés en su entorno es que debemos entendernos como una comunidad y no como un individuo. El alucinante viaje del yo al nosotros. Dejémonos de sueños iracundos, pensemos que si bien es cierto no todo le corresponde al gobierno, tampoco declaremos como una gran verdad aquello de “el cambio esta en uno”.