jueves, diciembre 31, 2020

¿Qué dirán los venideros?

 

Es seguro que últimamente has escuchado estas frases: “no crean que las cosas mejorarán en cuanto empiece el 2021” o tal vez “al universo infinito le vale madre que la tierra le de otra vuelta al sol”. Sí, tienen razón, el tiempo es algo palpable y moldeable para las leyes del universo, difícil de comprender, a su vez, el calendario que manejamos es solo un constructo social que llevamos contándonos y creyéndonos desde hace miles de años. Podemos ser tan pesimistas como el mismo infinito, de igual forma, somos tan optimistas (en México), que hasta celebramos la muerte en noviembre. 

 

Tienen razón los pesimistas, el virus seguirá ahí el próximo año, aún cobrándose más vidas, aún haciendo que nos ocultemos en nuestras cuevas, con miedo; y sí, la avalancha de crisis económica es tan inminente que se puede palpar.

 

También es cierto que la gente mierda es gente de mierda que seguirá existiendo, Pero por ahí empecemos, por dejar de pensar que son gente naturalmente mala y detestable. Empecemos por aceptar al prójimo, con todo y esos defectos, porque no son gente de mierda, solo son gente confundida y perdida en este episodio de nuestra larga historia evolutiva. Son gente como tú y como yo, confundidos y transitando este mundo convulso, el destino de un caballo desbocado sin jinete. Gente formulándose respuestas y contestándose con preguntas, en lugar de hacerlo al revés (excepto los nihilistas-anarquistas-despiertos con desprecio por la vida, esos si son gente mala con con capacidad de cambiar las cosas, equilibrar la balanza, pero qué prefieren vivir con sus billones, jugando a qué son dueños del mundo cuando no son más que un puñado de individuos aislados y enfermos que, consecuentemente, morirán tristes). Entonces ya dimos nuestro primer paso, aceptarnos los unos a los otros y amar a nuestro enemigo, como dijo un vagabundo hace  poco más de 2000 años.

 

Claro que el virus seguirá,  pero nosotros también seguiremos como sociedad (como humanidad), a peores pandemias y  peores guerras hemos sobrevivido y miren hasta donde hemos llegado: es casi seguro que estas leyendo a través de una pantalla pequeña, del tamaño de tu mano, la cual obedece a (casi) todo lo que le pidas, es tu cartera, tu menú de comida, tu reproductor de música, tu biblioteca, tu transporte, tu principal medio de comunicación y un largo etcétera. Ahora imagina lo que surgirá de esta pequeña crisis. Ya diste otro paso.

 

Ahora caigamos en el positivismo lógico, es más, pequemos de optimistas (nos lo merecemos después de tanto pesimismo este año): imaginemos que todo el mundo se auto-programa neuro-lingüísticamente con aquello de “el 2021 viene a rescatarnos” y “ya se fue el 2020, ya se fue la mala suerte, la mala racha, la mala todo” esa conciencia colectiva, esos deseos buenos en masa ¡claro que harán mejorar las cosas! si lo ves así, hasta te parece lógico; voltea a tu alrededor, no hay quien desee realmente que empeoren las cosas, todos estamos poniendo de nuestra parte y si te encuentras a alguien que desee que todo se vaya al carajo, compréndelo, quiérelo y ayúdalo, por qué en serio necesita tu ayuda. Nos necesitamos.

 

Y ya, es todo. Son tiempos difíciles, pero si lo piensas bien, siempre han sido así. ¿No te emociona el futuro?


Imagina la llegada del año 3000 d.C. Que hermosa celebración, nuestros descendientes voltearán a vernos, a los convulsos y distantes años 20’s, con nuestras guerras biológicas, nuestro culto y amor al dinero, nuestras vanidosas plataformas (arcaicas herramientas para ganar atención a través de la apariencia). Los venideros sabrán qué transitamos nuestra biología, que hicimos nuestra parte correspondiente, que inventamos el dataísmo en medio de crisis, que cuestionamos el sistema, que comenzamos los viajes Inter-planetarios y que les dimos apertura a los siguientes homo. Solo imagina.

 

 ... 


Estaba por escribir el nombre de cada una de las personas que me ayudaron durante esté tan difícil (Pero maravilloso) año para mi, Pero no es necesario, si estás leyendo, te doy las gracias por existir. Gracias a ti superé ese infierno en el que me estanque, pero del que aprendi demasiado. 

Este año fue maravilloso por lo que nos enseñó, pareémonos frente al destino con valor y con fuerza, démosle nuestra mejor cara, miremos el futuro con positivismo y emoción.

 

 

lunes, diciembre 21, 2020

El que escribe dormido.

 


Me decidí a reabrir mi viejo blog. Así, de la nada, mientras comía pasta y un remolino de pensamientos se empujaban por querer salir sin orden y sin objetivo, algo en el fondo murmuro: “acuérdate que tenemos un blog donde escribes basura”, se hizo el silencio seguido de asombro. Como cuando te encuentras 50 pesitos en tu pantalón de hace dos semanas. Obviamente siempre hay replica (bendita replica): “¿y qué pasa con Facebook? Ahí también te expresas cuando traes ganar de decir algo”, la banalidad de las nuevas redes sociales hace que se distorsione tu opinión, pone algo tan importante como algún análisis de Foucault a la par del meme del perrito, banaliza tus emociones, minimiza la verdad, la eterna danza del scroll entre tu pantalla y tu dedo manda al inframundo de las cosas sin importancia hasta la verdad más pura. Definitivamente Facebook e Instagram son el ecosistema menos sano para transmitir algo de la manera en que te gusta hacerlo, escribiendo. “¡Ahí esta Twitter! Ese cuadrilátero lleno de personas especialistas, los mejores intelectos están retuiteando incansablemente lo que consideran como verdad, ¡es tu sitio!” pero que triste, que triste se ha vuelto la comentocracia, rehenes de los 140-280 caracteres, dopándose con hilos interminables, que desgastante ejercicio de vanidad. Nel. Dejando de lado lo evidente, empecé en blogspot y ahí (aquí) mismo seguiré haciendo lo que me gusta, con mas responsabilidad y respeto hacia la letra, menos egoísta, pero sin ser hippie (no prometo nada). Y en esas estaba, cuando me di cuenta de que hay mucho trabajo por hacer previo a reabrirlo, como seleccionar que se queda y que se va.

…………………..

Si pudiera regresar al pasado y decirle algo a mi joven versión. Que ejercicio mental tan sabio, imaginar esa posibilidad: Después del amoroso abrazo me encorvaría, me miraría a los ojos, respiraría profundo y me diría la frase más barata que se le haya ocurrido a un Homo Sapiens:

Lucha por tus sueños.

Y aquel morro me miraría con cara de asco, entre decepción y gracia. Un perfecto pubertito misántropo, uraño, con aires de bohemio e intelectual (pero mal-enterado a medias de su acontecer) que fuma solo por pose y no por que le guste, se carcajearía. 

Lucha por tus sueños. Que nadie te diga que el futuro esta vendido y no dejes que te afecten las burlas, defiende tus ideas a capa y espada, y si estas equivocado ten dignidad y agradece a quien te lo haya hecho saber (aunque lo haya hecho buscando dañarte), no dejes que nadie te diga que tener un diario es de niñas (y si así fuera ¿qué?), no reprimas ningún sentimiento, si tienes ganas de llorar, hazlo. Escúchate a ti mismo, lee mucho, lee lo que te gusta y poco a poco descubrirás que camino seguir, elige bien a tus guías, estudia lo que te apasione y no lo que te salga mas redituable. No dejes de escribir, nunca.

Cambiemos la dinámica, pensare que puedo aconsejar algo a mi joven versión, pero sin cambiar nada de lo que ya he vivido, algo así como ‘no hacer cambios en el pasado que alteren mi presente’. Me diría:

Disfruta tu vida, todos los momentos felices, disfrútalos. También vendrán días muy tristes y oscuros, donde estarás muy solito y donde estarás perdido en la vida, no te preocupes, acepta el camino y siempre ten fe y esperanza, siempre ten en cuenta que es necesario atravesar por ese sendero espinoso, solo así podrás evolucionar.

………………

Empecé a leer todo lo escrito en este blog, para seleccionar lo que tiene peso y valor de lo que no. Honestamente, lo hice pensando que casi todo se iría al basurero digital… que hermosa sorpresa me lleve al reencontrarme con mi joven versión tan cerca de la verdad (ego y modestia aparte). Escribía desde mi subconsciente, verdades tan puras. Ya hablaba de una filosofía medianamente acertada, pero sin ninguna base. Que raro es el destino. Ahora, un poquitito mas despierto, me doy cuenta de que era un adolescente que escribía con una venda en los ojos, que escribía desde mi prisión cognitiva, dormido. Dice Carl Gustav Jung: “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tu le llamaras destino”. Que locura. 

Entonces, regresemos a ser quien éramos. A nuestro ámbito de competencia, como dicen los trajeados. Las recomendaciones que hacen los que viven de esto, es que siga una sola temática, que no divague ni abarque todos los temas del mundo, porque se perderá la sobriedad. Que se vayan al carajo las monetizaciones, hago lo que me gusta. Queda el antecedente de lo escrito en mis años de adolescencia y entrada a la juventud, tal vez con muchos errores, provenientes de la malinterpretación de mi realidad, comprensibles. 

Empecemos. Empecemos de nuevo.